El jefe de OpenAI, Sam Altman, se unió a un grupo selecto de ejecutivos de tecnología esta semana. El desarrollador de ChatGPT despidió a su director ejecutivo el viernes, diciendo que “no había sido consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta directiva”, y lo trajo de regreso sólo cuatro días después.

En el medio, Altman y su colega cofundador Greg Brockman se unieron brevemente a Microsoft, que ya había invertido más de 13 mil millones de dólares en OpenAI, incluida una inversión de 10 mil millones de dólares realizada a principios de este año. La lista de directores ejecutivos que, como Altman, dejaron las empresas que fundaron para regresar en una fecha posterior es corta.

Quizás el ejemplo más obvio sea el de Steve Jobs, quien dejó Apple en 1985 después de una lucha en la junta directiva. Jobs y John Sculley, a quien Jobs había alejado de PepsiCo para convertirse en CEO de Apple dos años antes, cuentan diferentes versiones de esa historia, en un recordatorio de que tal vez nunca sepamos por qué la junta directiva de OpenAI decidió destituir a Altman.

Jobs ha dicho públicamente que fue despedido después de una perorata en la sala de juntas, mientras que la frase de Sculley ha sido que el cofundador de Apple renunció después de un enfrentamiento sobre el precio de la PC Macintosh de la compañía. De cualquier manera, Jobs se fue, solo para regresar como director ejecutivo 12 años después, después de que Apple pagara 429 millones de dólares para comprar NeXT, la empresa que había fundado mientras tanto.

Fuente: Business Insider

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