Omri Moran llegó a tiempo para una primera cita, pero la joven, inexplicablemente, llegó tarde. Finalmente llegó, pero eludió la pregunta de su tardanza y dijo: «No importa, no lo entenderías», recordó Moran. No se disuadió fácilmente, el Sr. Moran, en ese entonces jefe de una empresa emergente de seguimiento geográfico, persistió y descubrió la razón: su cita había arruinado, y sin éxito intentó remediar, la nueva manicura que ella había conseguido antes de su encuentro.
En el momento de la cita en 2016, de hecho no lo entendió, pero el momento también proporcionó una especie de epifanía. «Soy una de esas personas que cuando ven cosas malas, empiezo a pensar en soluciones», dijo Moran. “Y me preguntaba por qué no se podía automatizar. Y así fue como nos pusimos en marcha «.
Imaginó un enfoque robótico para las manicuras y comenzó a trabajar en su idea ese año, que se transformó en la empresa Nimble. El concepto, busca esencialmente ofrecer una forma sencilla de proporcionar un esmalte de uñas infalible. Las empresas Clockwork y Coral, además de Nimble del Sr. Moran, han desarrollado distintas tecnologías y diferentes modelos comerciales para ofrecer a los clientes un cambio de color rápido.
Fuente: Ellen Rosen | The New York Times
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