He estado jugando a la Switch 2 junto a 3,5 millones de mis mejores amigos desde que salió la nueva consola de Nintendo el 5 de junio, y me lo estoy pasando genial. Aunque, para ser sinceros, la mayor parte de mi tiempo de juego lo he dedicado a Mario Kart World, un juego que llevo meses esperando y que satisface a la perfección esa necesidad de jugar en modo cooperativo desde casa.

Mario Kart World es colorido, brillante e infinitamente rejugable, y una característica que está llamando mucho la atención es su elevado nivel de habilidad. Esta entrega introduce nuevas mecánicas como el wallriding y los grinds sobre raíles, que alteran significativamente la experiencia de juego en sus niveles más altos, donde los atajos y la estrategia son imprescindibles.

Mario Kart tiene demasiada variabilidad como para ser una franquicia competitiva a nivel profesional, pero eso no impide que la gente se vuelva extremadamente buena, y los jugadores ya están intentando exprimir al máximo los milisegundos de los nuevos movimientos de Mario Kart World. Tomará un tiempo, ya que estas mecánicas son sorprendentemente complejas, y estoy emocionado por ver qué secretos descubre la comunidad en el futuro cercano.

Mientras tanto, me gustaría destacar algo en el lado opuesto del espectro de habilidades. Mario Kart World es mucho menos frustrante en el juego que Mario Kart 8, y creo que esta es una de sus mayores fortalezas. No tengo datos empíricos al respecto, pero es una sensación distintiva que tengo cada vez que juego: recibir impactos de proyectiles, pasar por encima de cáscaras de plátano y rebotar contra obstáculos es más indulgente que nunca. Estos momentos son menos impactantes que en Mario Kart 8, y se tarda notablemente menos en recuperarse y volver a la carrera tras recibir un proyectil rojo por detrás. O bien el tiempo de aturdimiento es menor, la aceleración tras la colisión es más rápida, o bien hay una combinación mágica de estos factores, pero sea cual sea la causa, aprecio profundamente el efecto.

Mario Kart World es fluido y accesible, y estos sutiles ajustes reducen algunos de los aspectos más molestos de la serie, como el reinicio después de que una lluvia de explosivos te impacte el parachoques. El único elemento en Mario Kart World que parece un verdadero freno es el rayo, pero al menos éste afecta a todos los personajes a tu alrededor con la misma fuerza que bloquea el impulso.

Fuente: Engadget | Jessica Conditt

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