La elección del presidente Donald Trump para dirigir el Departamento de Energía es el ejecutivo de combustibles fósiles Chris Wright, quien afirmó engañosamente en LinkedIn que “no hay una crisis climática y tampoco estamos en medio de una transición energética”.
Huracanes, incendios forestales, sequías y otros desastres exacerbados por el cambio climático ya están azotando a Estados Unidos. Y la capacidad de energía renovable está en camino de duplicarse a nivel mundial para finales de la década.
Sin embargo, Wright es un acérrimo evangelista de los combustibles fósiles que rechaza sistemáticamente la ciencia climática convencional. Si bien Wright también tiene vínculos con la industria de la energía nuclear, los defensores de la energía limpia dicen que con las elecciones de Trump para el gabinete, Estados Unidos está perdiendo terreno en la carrera por desplegar energía renovable y luchar contra el cambio climático. Mientras tanto, las compañías de petróleo y gas se dan palmaditas en la espalda.
“Elegir a alguien como Chris Wright es una señal clara de que Trump quiere convertir a Estados Unidos en un petroestado paria”, dijo Jean Su, director del programa de justicia energética del Centro para la Diversidad Biológica, en una declaración enviada por correo electrónico.
Wright es el director ejecutivo de Liberty Energy, un importante proveedor de servicios de petróleo y gas que se lanzó durante el auge del fracking en Estados Unidos hace más de una década. Según la empresa, alrededor del 10 por ciento de la producción total de energía primaria de Estados Unidos proviene de pozos fracturados por Liberty.
Fuente: The Verge | Justine Calma
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