Todos, y me refiero a todos, tienen una opinión sobre el vehículo eléctrico de dos ruedas Ösa de la empresa sueca Cake. Invoca tal oleada de emoción que docenas de extraños se sintieron obligados a lanzarme críticas no solicitadas durante las últimas semanas.
«¿¡Que es eso!?» gritó un hombre de mediana edad que cruzó en bicicleta una calle concurrida solo para preguntar. “Qué diseño tan tonto”, me regañó una mujer grosera que esperaba a mi lado en un ferry. Sin embargo, la mayoría de las personas simplemente miraban en silencio, frunciendo el ceño o tocando con entusiasmo a sus amigos para contemplar el scooter de aspecto único que acababa de aparecer. El Cake Ösa es bastante único. No solo transporta todos tus dispositivos y herramientas, sino que también se transforma en un generador eléctrico para alimentarlos una vez que llegues.
Cake llama a Ösa una «plataforma de servicios públicos multifacética con capacidades todoterreno». Para probar esa afirmación, llevé un modelo Ösa Flex a un safari de surf al amanecer y luego preparé el desayuno con la batería del Ösa, que también alimentó mi día de trabajo en un tramo remoto de playa. Quería imitar una de esas historias jactanciosas de «la oficina de hoy» que has visto en Instagram pero que rara vez experimentas en la vida real. ¿Cómo fue? Lo suficientemente bueno como para hacerme pensar que el precio inicial de $ 9,000 / € 9,000 no es tan loco como pensé al principio.
Fuente: Thomas Rucker | The Verge
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