Sam Bankman-Fried, un niño prodigio de la tecnología que alguna vez promovió su intercambio de monedas digitales FTX como una forma segura para que la gente común ingresara a las criptomonedas, enfrenta el inicio de un juicio penal por acusaciones de que engañó a miles de clientes.
La selección del jurado comienza el martes en Nueva York en un caso en el que el magnate de las criptomonedas, de 31 años, que alguna vez fue multimillonario, enfrenta la posibilidad de una larga pena de prisión.
Los fiscales dicen que defraudó a miles de personas que depositaron criptomonedas en el intercambio FTX al desviar ilegalmente enormes sumas de su dinero para su uso personal, incluida la realización de operaciones arriesgadas en su fondo de cobertura de criptomonedas, Alameda Research. También se le acusa de utilizar el dinero de los clientes para comprar bienes raíces y hacer grandes contribuciones políticas mientras intentaba influir en la regulación gubernamental de las criptomonedas.
El fiscal federal Damian Williams, que supervisa la acusación, lo ha calificado como uno de los mayores fraudes en la historia del país.
En entrevistas y publicaciones en las redes sociales, Bankman-Fried reconoció haber cometido grandes errores al ejecutar FTX, pero insistió en que no tenía ninguna intención criminal. Ha culpado del colapso de FTX en noviembre pasado, en algo equivalente a una corrida bancaria a la antigua usanza, a competidores vengativos, su propia falta de atención y colegas ejecutivos que, según él, no lograron gestionar el riesgo adecuadamente. «No robé fondos, y ciertamente no escondí miles de millones», dijo en una publicación a principios de este año en la plataforma en línea Substack.
Fuente: AP
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